martes, 22 de diciembre de 2009

Operación recaudación

Todos Uds., son testigos, más o menos a diario, de personas que, aunque hacemos por no verlas, y no me lo nieguen, están en la calle con una mano extendida solicitando una limosna. Algunos, los más sofisticados, diversifican su solicitud y le ponen nombre; Para comer, lo cual es entendible. Para dormir, lo que también es saludable. Para vino, ejem, ejem, para porros, para putas… y así un largo etcétera orlado de cestillos, en el mejor de los casos, o de un simple cartón, extensión del cartel donde figura el capitulo por el que se pretende la dadiva. Es indudable que aunque, novedosa, eminentemente practica y con estructura cuasi empresarial, se queda a años luz de la que ahora mismito les relato.

Nuevos tiempos viejos métodos o algo así es lo que ha debido pensar el anterior Sr. Alcalde de Santa Coloma de Gramanet en Barcelona, Bartomeu Muñoz, a favor de quien en un alarde de ingenio se ha abierto una colecta para recaudar lo que el estado, si, ese estado opresor español le pretende sacar de sus bolsillos, a manos de esa institución abyecta que es la judicial, para pagar decía, los 500.000.- € que le han sido impuestos como fianza por la causa que tienen abierta contra él dentro de la operación pretoria. Ya saben, blanqueo de capital y esas zarandajas que tan de moda parecen estar entre algunos políticos.

Ingeniosa y efectiva es, desde luego, la propuesta ya que, por el momento, ha recaudado, según La Vanguardia, unos 270.000.- € (si lo han leído bien, son doscientos setenta mil eurazos del ala los recaudados) y va a más, eso es seguro. La cuenta corriente en donde efectuar los ingresos se ha abierto, según dicen, ya que les llamaba mucha gente pidiendo información sobre como podían ayudar al Sr. Muñoz.

Es lo bueno que tiene que con aportaciones muy pequeñas, entre 100 y 500 € (si, también lo han leído bien) se puede ayudar a su edil en tan difícil trance. Un grano no es dinero, pero ayuda al compañero y granito a granito ya se sabe que se hace un montoncito. De cualquier forma es notoriamente doloroso que este hombre pase por este trance tan amargo que es el de pedir limosna o verse favorecido por ella, pero ya lo decía el gitano “es muy triste pedir, pero más triste es robar”.

Lo malo del tema es que le puede ocurrir como en cierta ocasión aconteció en el cuartel de Colmenar Viejo en Madrid donde hice el periodo de instrucción cuando, tiempo ha, cumplí con el servicio militar. Que se le va a hacer uno ya tiene sus años. En aquella ocasión, enterado el Capitán de la compañía de una colecta que se estaba haciendo para que un compañero originario de Canarias pudiese reunirse con la familia tras la jura de bandera, y aplicando no se que reglamento militar, obligo a que el dinero recaudado se repartiese entre aquellos que estuviesen en análoga situación, que era alguno más del que, inicialmente, se pretendía y, finalmente la colecta dio para poco, para muy poco.

Mira que si alguien en el estamento judicial revisa estos antecedentes y obligan a los promotores de la colecta a que se reparta lo obtenido entre el resto de encausados, ni para pipas Facundo va a dar. Créanme que lo siento.

Por cierto, de los pobres de pedir, de esos que citaba en el encabezamiento, ni acordarse.

lunes, 7 de diciembre de 2009

Gays and Lesbians of Zimbabwe

Estupefacto me he quedado u ”ojiplatico” que dirían los modernos. Mira que en estos tiempos que corren hay “cienes y cienes” de noticias impactantes pero esta se supera.

Desafortunadamente no cuenta con su publicación ni en la prensa del colorín, ni el la prensa diaria. Ningún diario de prestigio se ha hecho eco de semejante noticia. Les entiendo, por una parte, seguro que no es políticamente correcto amplificar otra más de las andanzas del gobierno, y por otra es muchísimo menos políticamente correcto dado el tema del que se trata.

Les cuento. Uno, por su profesión, tiene que digerir el Boletín oficial del estado del que, afortunadamente, suelo, tan solo, leer los titulares. Pues bien, en el B.O.E. número 195 del presente año, dentro del apartado otras disposiciones, y directamente perpretada por el Ministerio de Asuntos Exteriores que esta a cargo del Sr. Moratinos aparece la relación de entidades, entiendo que sin animo de lucro, que han obtenido una ayuda o subvención del citado organismo durante el año 2009 por su actividad, y esto es literal, de “divulgación, promoción y defensa de los derechos humanos” para a continuación relacionar una por una las entidades, el importe de la ayuda y el destino que se le va a dar.

Así, en su pagina número 68857, tercera de la disposición en cuestión se menciona, bajo el epígrafe “Beneficiarios” a “Gays and Lesbians of Zimbabwe” a los que les corresponde una ayuda, tan, ta, ta, chan, de 28.810.- € para “Resource centre Project”.

Como no me tengo por Homófono ni nada que se le parezca voy solo a realizar una reflexión y Uds., háganla también. No me parece mal que se conceda la ayuda mencionada, como otras muchas, pero ¿Seguro que pensaría igual si en lugar de tener estudios universitarios y trabajo fuese agricultor, camionero, albañil, minero, o cualquier otra profesión u ofició para el que no se precise titulación y llevase en paro más de un año sin poder llevar el jornal a casa?

Creo que tengo la respuesta, ¿y Uds.?

Otro si digo, para que se constate la veracidad de lo antecedente, aquí pongo el link a la página en cuestión.

jueves, 3 de diciembre de 2009

Yo quiero ser Morisco

Hay noticias que pasan muy de puntillas por el mundo periodístico. Es lógico si, empleando la, rentable, lógica de los medios cavilamos que para que nos vamos a distraer con filetes y noticias poco agraciadas si tenemos solomillos en forma de bombazos políticos mediáticos. Ésta que ahora comento pertenece al género y como se trata de una noticia serie B no ha generado mucho ruido pero el asunto no deja de tener su enjundia y consiste en que el Gobierno ha parido, nunca mejor dicho, una iniciativa para que se recompense a los descendientes de los moriscos por la expulsión de que fueron objeto en el año 1609 de nuestro señor. En suma, es la, hasta ahora, última memez salida de la fabrica Moncloa.

Si, lo han leído bien, no estoy desbarrando por ausencia o exceso de medicación, ni pruebo el alcohol, sustancias estupefacientes, alucinógenas o similares y tampoco le doy al éxtasis, lo juro hasta por “Snoopy”. Se trata, en esencia, de reparar el agravio que reinando Felipe III se cometió con este grupo social mediante “pastuqui” que se destinará a sus descendientes.

Sinceramente no lo veo fácil, además de tener que lidiar con toda la caterva de “fachas” que, de seguro, se van a oponer al asunto (e inclúyanse en el término todos aquellos que se opongan a la iniciativa, da igual su tendencia, ya saben el conocido “o conmigo o contra mí”). Además de esto decía, esta la nada desdeñable tarea de identificar a quienes argumenten ser descendientes directos de los expulsados. Aunque pensándolo mejor ésta, posiblemente, es la parte más fácil del asunto, solo consiste en tenerlos identificados ya. ¡Como no había caído antes!

Estoy convencido de que las tropas encargadas de sacar físicamente a aquellos españoles del territorio nacional, como, por otra parte, me ocurre a mí y a bastantes personas más, no estaban de acuerdo con lo que se les ordenó. No creo que expulsar a nadie de su casa sea el sistema más correcto para solventar nada, pero, lamentablemente ocurrió hace 400 años y me da en la nariz que, a estas alturas, no tiene remedio.

La oposición argumentó, y a eso iba, que también se podía pensar en recompensar, en la misma medida y más fácilmente puesto que se conoce a sus continuadores, a la Compañía de Jesus por habérseles expulsado del solar patrio. Tan loable proposición y juro no pertenecer a la cita empresa por estado civil y otras variopinteces, no prosperó puesto que una cosa es favorecer al eventual descendiente morisco y otra beneficiar a la Iglesia. ¡Hasta donde podemos llegar! Humildemente también añadiría que descendiendo un par de siglos más habría que indemnizar a los Sefardíes o sus actuales descendientes. A fin de cuentas también unos monarcas que yo estudiaba cuando niño los mandaron lejos, muy lejos.

Yo por mi parte y dado que mi apéndice nasal, sin llegar al mismo nivel que el comentado en su día por el insigne Quevedo, es notoriamente prominente y con cierto cariz arábigo voy a convocar al consejo familiar, empezando por mi hermano, y a investigar en mis ancestros por ver si encuentro algún antepasado morisco y, de puro rebote, me puedo ver beneficiado. A ello voy.

jueves, 12 de noviembre de 2009

Los extremeños se tocan.

14.200 € tienen la culpa. Ni más ni menos, ni menos ni más. Esa es la cantidad que ha invertido la Junta de Extremadura en una serie de talleres para enseñar a los jóvenes a conocer su cuerpo y a proporcionarse placer, además de derribar algunos mitos. O eso argumentan desde la Junta. Es curioso, esto, cuando yo era niño, tenia un nombre mucho más castizo y contundente, hacerse, e incluso matarse a, pajas, y por cierto, nadie te enseñaba el noble arte de la mandolina.

Manuela, manola, gayola, paja, chicuelina, onanismo, masturbación y un largo etcétera. Mira que existen nombres para designar esta actividad manual, vieja como el mismo mundo, y técnicas para un buen desarrollo de la misma. Y mira que hemos sido brutos todos los chavales de mi generación, de las anteriores y de las que median hasta la generación actual que va a ser la beneficiaria de esta serie de talleres. Y digo brutos porque sin enseñanza que valga, todos, y quien este libre de pecado que tire la primera piedra, hemos contribuido con nuestra pequeña, o gran, todo depende de cada cual, aportación a semejante vicio patrio. Sin enseñanza de ningún tipo y sin red como quien dice. A tumba abierta al vicio solitario.

Lo sorprendente de verdad no es que existan estos talleres para contravenir lo enseñado en los colegios del clero, ya saben, aquello de “no hagas eso que te vas a quedar ciego”. Lo que de verdad le deja a uno de piedra es que el dinero publico se invierta en semejante esperpento. ¡Bravo!, no obstante para “el manitas” que ha vendido la idea. ¡Es un fuera de serie!

Ahora lo capto. El mensaje, y los talleres, van dirigidos a meter en un aula, aunque sea por la fuerza, a los alumnos díscolos y reticentes. Ese es realmente el fin último. Solo queda por averiguar quien o quienes van a ser los que impartirán las clases. Yo, personalmente, recomendaría que lo hiciesen profesionales del sector. Siempre es garantía de un trabajo bien hecho.

Aunque bien pensado lo mismo es una forma, quizás un tanto peculiar, de reivindicar la figura del Bíblico Onán, ¡¡ese gran desconocido!! Lo que si a va resultar es que, como dije en el enunciado, los extremeños se tocan. ¡Y es verdad!

martes, 10 de noviembre de 2009

¡Si es que no paran!

La cara de asombro que a buen seguro puso el protagonista, totalmente involuntario, de esta historia, debió ser para inmortalizarla digitalmente que es como se fotografía en la actualidad y colgarla en la red. Entiendo que no es para menos y, de haberme en su lugar, no se muy bien como hubiese tomado el asunto. La historia supone una vuelta de tuerca más del afán recaudatorio que tiene la Sociedad General de Autores y Editores y que solo es comparable, por poner algún ejemplo, al que profesa con ahínco el primer edil del Ayuntamiento de Madrid.

Es conocida la devoción a las ondas hertzianas que en el solar patrio existe desde aquellas primeras emisiones de Radio Barcelona en pruebas. Familias enteras son aficionadas a la radio y transmiten tal gusto a su progenie a lo largo de los años y hay quien incluso prefiere este medio de comunicación a la todopoderosa televisión. ¡Lo que hay que ver! Esto se complementa con la audición que de los programas radiofónicos se hace en algunos locales públicos como es el caso de las peluquerías. De caballeros mayormente.

Ese fue el caso. En un establecimiento de peluquería su propietario era, y digo era porque lo mismo tras lo acontecido ya no lo es, aficionado a escuchar la radio mientras concienzudamente esquilaba a la parroquia y, de seguro, le ayudaba a matar el tedio en las horas bajas en las que no daba trabajo a la tijera. ¡Mal hecho vive el cielo! El trabajo, en general, y este si cabe en particular, se desarrolla con atención plena, no vaya uno a rebanar una oreja del cliente sin pretenderlo, y por tanto se desempeña sin entretenimiento de ningún tipo y, mucho menos, si ese entretenimiento es radiofónico y no se cotiza por él.

Volviendo al lío. No se sabe si el empleo de la radio, o de la emisora preferida que también puede ser, atrajeron a un inspector de la SGAE, para los que no lo sepan acrónimo de la Sociedad General de Autores ya mencionada, que presto a su labor informo al peluquero de la sanción que se le iba a imponer al amparo de la normativa vigente puesto que no estaba cotizando por el uso, cabe pensar en el abuso, del aparato radiofónico en un lugar publico. A su elección dejaba el contratar con la SGAE. el pago de un canon para poder seguir usando la radio en su establecimiento. Estoy completamente seguro que el buen peluquero debió pasar un rato buscando en su alrededor donde estaba instalada la cámara oculta, porque real, aquello, no podía ser y, sin duda, estaba siendo victima de una broma de escaso gusto.

Parece bastante claro que cuando un bar, taberna, restaurante o cafetería tiene un televisor, además de para el solaz propio, lo tiene para que sus parroquianos lo frecuenten más asiduamente, por ejemplo los días de partido de futbol entre rivales acérrimos y de paso le aligeren los barriles de cerveza y le llenen la caja registradora. Pero en cambio es muy triste pensar que el propietario de una peluquería sintoniza, valga el ejemplo, “la Cope” para que se le ponga el local hasta la bandera de elementos masculinos en busca de un “pelado” profesional con el que no pueden ni siquiera soñar en lugares donde no se sintoniza tal emisora.

Juro hasta por Snoopy que estoy revisando concienzudamente todas mis actividades para que ninguna caiga dentro del campo sancionador de la voraz SGAE. y, francamente, me da en la nariz que transportando como transporto en ocasiones a algún compañero o compañera de trabajo, no voy a volver a sintonizar emisora alguna. No es cuestión de tentar al diablo y que cualquier inspector de la SGAE entienda animo de lucro en mi desinteresada actividad automovilística y me obligue al pago de un canon. Por otra parte estoy en revisión continua de esa mala costumbre que tengo de cantarles nanas y canciones infantiles a mis hijos, e incluso a sus amiguitos si estan cerca, no vaya a ser que me sancionen por ello.

Al hilo de esto que les narro recuerdo que desde niño utilizaba un autobús de la EMT que desde el barrio nos llevaba hasta la plaza Mayor de Madrid y muchos de los conductores, probablemente sin autorización de sus patrones, también sintonizaban los aparatos de radio en días de “futbol y goles”. Es evidente que ahí no existe paralelismo y que la SGAE no tendría base láctica para la sanción, porque pensar que era la radio la que llenaba el autobús no es de recibo para un cerebro medio normal. El autobús para desagrado de todos, menos de la EMT, se llenaba, y hasta los topes, por si solo y en la tercera parada. Doy fe.

viernes, 29 de mayo de 2009

Ministerio de los Despropositos

No todo van a ser críticas. No, de cuando en cuando hay que aportar algo de forma constructiva y sin acritud. De buen rollito que dirían los jóvenes y no tan jóvenes. Pues bien, hoy voy a ser buen chico y sugerir algo a nuestros gobernantes en el amplio y multiorgánico sentido de la palabra para ayudar a salir del marasmo en el que tienen instalado el suelo patrio en los niveles nacional, comunitario, de las comunidades autónomas se entiende, y municipal, dicho sea con todo el respeto que se merece el tema. Porque es importante, vaya que si lo es…, no en vano nos va gran parte del futuro en ello.

Personalmente encuentro a faltar un organismo que aglutine el gran número de desatinos que nuestros próceres acometen a diario. Alguien que con categoría y buen hacer de cabida al ingente número de tonterías, por no decir algo más contundente, con el que nos regalan, prácticamente a diario, gobernantes de diferentes signos políticos, todo depende del lugar de España en el que nos encontremos y la leal oposición a la que se enfrenten. No voy a pormenorizar ya que todos encontraremos ejemplos que nos satisfagan.

No obstante la solución parece sencilla y aún me hago cruces de cómo no la han puesto en marcha antes. Dejémonos de pamplinas respecto de competencias y pidamos, pero ya, que se cree el Ministerio de los Despropósitos con un titular al frente, por ejemplo el ministro menos valorado o el que vaya a convertirse en prescindible en breve o el Alcalde del municipio al que se pertenece. Yo que sé. Alguien con entidad a quien poder culpar de despropósitos varios y a quien destituir sin miramientos semana tras semana, por que materia y candidatos hay, no se vayan a pensar.

Sistema de funcionamiento. Simple y efectivo. Con toda la tecnología que nos brinda la era Internet solicitemos que se cree una pagina web donde, debidamente categorizados, se nos ofrezcan los desatinos a valorar sin dejarnos ninguno. De esta forma podremos establecer una jerarquía y votar sobre el particular. No se si será efectivo, pero lo cierto es que desahogar seguro que desahoga lo suyo. Además se podrían otorgar galardones al despropósito del mes, de la legislatura, o del año. Por ideas que no falten.

Si quieren documentarse más sobre uno de los desatinos más celebres, o al menos así me lo parece, de los últimos a los que hemos asistido, no tienen más que acceder al blog de Jerónimo Tristante y leer el articulo que ha titulado “Otro lumbreras”. Merece la pena.

miércoles, 20 de mayo de 2009

Las chimeneas


Por esos azares de la vida, y con la intermediación de dos personas que me son extraordinariamente próximas y queridas, he llegado a la foto que ilustra este escrito. De entre todas las que me han remitido he querido destacar esta por la elegancia que destila la obra y aquello que me transmite.

No voy a descubrir nada nuevo al respecto, solo pretendo aportar un pequeño grano de arena en forma de comentario a la inmensa genialidad de Gaudí. Debería escribirlo con mayúsculas pero no es de buen tono en la red.

Desde luego hace falta tener un cerebro privilegiado para cultivar las diferentes ramas del saber que atesoró en vida el arquitecto de la Sagrada Familia. Hace falta tener una sensibilidad especial para arrancarle a las diferentes materias primas que empleaba todo lo que tienen en su interior y mostrarlo al mundo entero. Es preciso un sentido del ritmo y del movimiento fuera de lo común para imprimir a tus obras ese carácter especial y único. Es completamente necesaria una percepción muy distinta de la realidad imperante para dar ese toque maestro a todo lo que te rodea.

Para muestra un botón y a eso iba. Esta foto son las chimeneas, o tubos de aireación, no se muy bien, de la casa Milá y no me digan que el apellido no les suena o que no conocen el edificio situado en la parte alta de esa cosmopolita, elegante y marinera ciudad que es Barcelona. Como decía al principio, hace falta ser Gaudí para convertir la humilde y, por concepto, funcional salida de humos de un edificio en una obra de arte.

Esta suerte de guerreros de un pasado o futuro remoto, estos atlantes de yelmo en punta solo podían albergar vida en la mente y las manos del renombrado arquitecto. Sus estirados y retorcidos cuellos partiendo de un único tronco común como la Hidra mitológica esforzándose en atisbar la ciudad que palpita a sus pies solo podían ser creados por una mente única. Esa especie de mascara protectora que cubre y descubre a la vez unos labios singulares y todo ello enmarcado, en definitiva, en ese rostro mudo, pero en modo alguno inexpresivo, revela un talento fuera de lo común del que era poseedor, y con creces, Antonio Gaudí.

Admiren la obra, reflexionen detenidamente sobre la misma y opinen. Se lo recomiendo.

martes, 5 de mayo de 2009

Mentideros

Fea palabra ¿verdad? aún así, el concepto es de muy sencilla explicación. En el Castizo Madrid del XVII, nuestro archiconocido y renombrado Siglo de Oro, existían lugares públicos, una plaza por ejemplo, donde los madrileños se reunían a no hacer nada. Así de simple. El único merito necesario para pertenecer a tan selecto club lo constituía el ser, en mayor o menor medida, un chismoso, andar en compañía de chismosos, o, al menos, ser aficionado a los rumores y al que dirán y tener los arrestos necesarios para mantener el tipo frente a las adversidades. Allí se hablaba de todo lo divino y lo humano, se zurcían honras, se conocían cornudos, reales o presuntos, se cosían trajes a espuertas, se especulaba, fabulaba y en suma, se comentaba, más por no callar que por otra cosa, sobre Madrid, sus gentes y aquellos que las gobernaban.

Juzguen vuestras mercedes lo jugoso del asunto. Primer requisito; disponer de tiempo libre, escasísimo bien que no estaba al alcance de cualquiera. A tal efecto, aquellos que podían entregarse al ocio, más aún, a no trabajar en absoluto, lo que era, y es aún, el empeño inveterado de casi cualquier español que se precie, tenían a gala mostrar a los cuatro vientos su privilegiado status. En segundo lugar hay que conocer y sopesar que una palabra mal dicha, o mal interpretada, en aquella época y en esos lugares podía finalizar con unas cuantas estocadas, en el mejor de los casos, y con algún que otro finado en el peor, por lo que, amen de arriesgado, precisaba de ser diestro con el arma blanca o un imprudente de libro.

Aún así el riesgo, o precisamente por él, fueron tres los mentideros más conocidos de la Villa y Corte. Losas de Palacio, las gradas de San Felipe y Representantes.

Losas de Palacio. Situado en la parte delantera del Real Alcázar o Alcázar de los Austrias que era como popularmente se conocía. Dada su concepción de centro de gobierno, los alrededores del Alcázar se poblaban de personas en procura de favores y/o concesiones gubernativas. Igualmente en las ocasiones que la Realeza salía a la calle el pueblo copaba el lugar por ver a los Reyes al pasar. No hay que buscar mucho para saber que el conocido “¿Qué hay de lo mío?” tiene aquí su origen más palpable.

Representantes. Situado en un ensanchamiento que tenía la calle del León, en pleno barrio de las letras, en los aledaños de la calle de las Huertas, y que respondía al nombre de Plazuela del León. Allí se reunían las gentes del teatro, (los representantes o actores) y los literatos y quienes aspiraban a serlo.

Gradas de San Felipe. Estaba situado este mentidero en las escaleras que tenia la Iglesia de San Felipe en la Puerta del Sol. La mencionada iglesia se encontraba situada en un plano más elevado ya que ocupaba la manzana que daba a la calle de los Esparteros, a la calle del Correo y a la calle Mayor y esto posibilitaba que en las escaleras se situasen todos aquellos que, disponiendo de mucho tiempo para el ocio, deseaban conocer de primera mano las noticias de las posesiones españolas y para ello la proximidad de la Real Casa de Correos era optima. Por otra parte la calle Mayor, era lugar de paseo obligado de los madrileños y en ella, a una hora u otra, siempre era posible encontrarse con la persona buscada, ya fuese un amigo, un conocido, alguien con quien ajustar cuentas o la mujer amada. Las gradas suponían un balcón inmejorable sobre esta calle y por ello estaban muy concurridas.

Si vuestras mercedes cierran los ojos, dan un salto en el tiempo y establecen comparaciones con la época actual, seguro que se dan cuenta de que en algunos aspectos, salvando las distancias y el diferente enfoque que se da al honor actualmente, el tema les resulta muy familiar. Los medios de comunicación ya se ocupan de ello.

¡¡Que tiempos en los que las relaciones personales lo eran todo!! Con lo frío que resulta el “papel couche” y lo distante que parecen las cosas en la televisión.

¡¡Lastima de estocadas!!

jueves, 23 de abril de 2009

“Hoy, cautivo y desarmado el ejercito rojo, las tropas nacionales…….”

Este fue, para quienes no lo conozcan, el inicio del último parte de guerra que se emitió desde Burgos y que ponía fin a 3 años de una pesadilla llamada “Guerra civil” y que, en esencia, era un levantamiento militar contra un gobierno legalmente establecido en España y del que se han cumplido, recientemente, 70 años.

En ese momento, acababa una pesadilla y comenzaba o más bien continuaba otra, la de los refugiados, los represaliados y los presos políticos que duro bastante más que los tres años de contienda. Mucho ha llovido y poco ha cambiado desde entonces.

Para todos los que vivieron la experiencia y los que han estudiado y escrito sobre la misma solo había dos bandos; el bando nacional y el bando republicano. Todos olvidan que existió, y mucho más numeroso de los que parece, un tercer bando del que nadie se quiso acordar nunca, el de los que no pertenecieron ni a uno ni a otro de los mencionados pero que los sufrieron a ambos.

El ejemplo de lo que hablo lo tuve en mi propia familia por parte materna. Mi abuela, viuda desde 1937 por muerte natural de su marido y con cuatro hijos, la mayor de ellas de 10 años al inicio de la guerra. Buenos mimbres para hacer el cesto. Mujer, sin estudios, viuda, sin trabajo y sin ingresos, aguanto, aún no se muy bien como, en un Madrid, sitiado, bombardeado casi a diario, y con cuatro bocas que alimentar y educar.

¡¡¡¡¡Bastante le importaba a ella quien estuviese en el Gobierno de la Nación.!!!!!

Lo cierto es que “tiro para adelante”, crío y educo a sus hijos y sobrevivió a todo aquello, guerra y postguerra, hasta la década de los setenta. No conoció todo lo que ha acontecido en este país desde finales de 1975 pero seguro que su pensamiento sería el mismo. Solo su esfuerzo y trabajo la ayudaron a salir del pozo en el que se encontraba. No participo, ni creo que participase nunca en política y, en resumen, no estaba ni con unos ni con otros (ni en contra de nadie).

Todo esto viene a cuento de la realidad social en la que estamos instalados desde hace tiempo y que nuestros políticos parecen empeñados en perpetuar y que se resume en el viejo “o estas conmigo o estas contra mi”. Podrían recordar, y actuar en consecuencia, que muchas personas no están con nadie, ni contra nadie, que solo quieren, como decía la canción del grupo Jarcha, “vivir su vida, sin más mentiras y en paz”.

¡Uf!, que alivio. El tiempo que llevaba queriendo decir esto. Bueno, pues ya esta. Dicho queda.

miércoles, 15 de abril de 2009

El cavernicola

Lo malo de la enseñanza tal y como la interpretan muchos políticos y con nuestro beneplácito en forma de voto es que, tarde o temprano, va a terminar así:

El cavernícola hijo llega a la cueva y le da las notas al cavernícola padre, que las lee detenidamente.

Al rato el Papá le dice:

"Mira hijo, que suspendas caza, lo comprendo, porque eres pequeño y todavía no puedes con la lanza. Que suspendas agricultura te lo paso, porque es un rollo y al principio cuesta trabajo cogerle el truco. Que suspendas pintura rupestre, te lo perdono porque todavía eres pequeño y no coordinas, pero... QUE SUSPENDAS HISTORIA... NO ME JODAS... SI NO LLEVAMOS NI DOS PAGINAS"

¿Para que el esfuerzo, el trabajo, la dedicación, una formación integral basada en aprender cuanto más mejor y tener los ojos y los cinco sentidos abiertos? ¡¡¡Hay que ver que rollo!!!

Pertenezco a una generación que acudió en gran número a la Universidad y en consecuencia tengo amigos, conocidos y vecinos que tienen titulación superior y cuyos padres, como es mi caso, para su desgracia no la tenían. Ahora esa generación es la que tiene, tenemos, hijos, y nos sorprendemos a diario con suspenso tras suspenso de los chavales hijos de Meteorólogos, Profesores de Instituto, Ingenieros, Abogados... ¡Que afortunados fueron nuestros padres que sin tener esa formación consiguieron, indudablemente con mucho esfuerzo, que sus hijos si la tuviesen!

Ya veremos si nosotros lo logramos.

miércoles, 11 de febrero de 2009

Podrán


Podrán quitarme del recuerdo
De aquellos que me aprecian

Podrán relegarme al olvido
De los que me quieren.

Podrán incluso matarme
Quienes me odien

Pero nunca podrán

Quitar de mi mente tu sonrisa limpia y franca
Apartar de mí ser tu calida voz
Hacerme olvidar tus dulces miradas
Borrar de mí tu dulce olor de bebé, mi bebé.

Nunca, nunca podrían por mucho que lo intentasen
Hijo mío cambiar mi amor por ti.

No es que sea muy dado al género poético, pero ayer noche, con mi hijo en brazos casi dormido, me surgió la idea y con ella dar las gracias a mis hijos por lo mucho que me han enseñado y regalado. No he querido pasar por ella sin plasmarla por escrito.

jueves, 5 de febrero de 2009

Que Dios nos pille pertrechados


Si Charlton Heston, q.e.p.d., levantase la cabeza comprobaría con satisfacción que sus enseñanzas no han caído en saco roto, que su amada Asociación Americana del rifle le tuvo como presidente una serie de años de forma bien merecida y que en los USA el negocio armamentístico esta bien, a Dios gracias y a salvo de crisis alguna. Y lo comprobaría merced a un aliado completamente inesperado por su rango y tono de piel, Barak Obama, presidente electo de los Estados Unidos de America y el temor que este ha generado, entre los iniciados en el noble arte de la munición, por esa supuesta intención suya de reducir la compra y tenencia de armas por particulares.

El pueblo estadounidense, criado y acostumbrado durante generaciones a una defensa a ultranza de la propiedad privada, obtenida desde sus tiempos como colonos del lejano oeste por la razón de la fuerza, que no la fuerza de la razón, hace gala en una mayoría de sus Estados de una tolerancia, legislativa y social, y cuando no un claro movimiento favorecedor, respecto del uso de las armas de fuego que sorprende mucho aquí, al otro lado del Océano Atlántico más acostumbrados al florete, sable, estilete, navaja trapera y las variaciones que conforman la panoplia de las armas blancas. Y, hete aquí, mira por donde, que de repente, sin quererlo ni beberlo, les ha llegado a la Casa Blanca un presidente novato y díscolo que pretende, tal y como manifestó en su campaña electoral no se sabe inspirado por que brebaje espirituoso, incrementar los impuestos que gravan la compra de armas de fuego en un 500 por ciento en un intento, no se sabe si suicida o simplemente estéril de reducir el número de armas entre la población.

La reacción del, siempre temeroso, estadounidense medio ha sido rápida cual centella dirigiéndose a su proveedor habitual para adquirir provisiones que le permitan capear el temporal y tener cubierta su defensa durante años y por ello las armerías han tenido estos días atrás más clientes que muchos garitos de copas de nuestro terreno patrio ¡¡lo que ya es decir!!. Y sucedió lo que cabía esperar. Los stocks agotados. Las pistolas de 12 y 15 mm, siempre muy demandadas que el calibre 9 es para niños de pecho, con plazo de entrega dos o tres semanas. Las latas militares herméticas para guardar munición volando desde los anaqueles a las manos de los clientes. La munición misma que salía disparada, nunca mejor dicho, hasta los maleteros de los vehículos “made in USA” de los compradores. Pedidos en firme, ¡¡y para ahora mismo!!, de todo tipo de armas automáticas y semiautomáticas, cortas y largas. Ni rebajas, ni crisis, ni niño muerto. Si se descuidan les pillan, no sin comida ni bastimentos, caso este en el hubiera sido comprensible tanto alboroto, sino indefensos ante sus vecinos y, por ende, el planeta entero.

Hombre, yo, personalmente, les entiendo muy bien porque no es de recibo que te cobren por una pistola del calibre 9 mm trescientos y muchos dólares tal que un lunes y que luego pretendas adquirir una más para tu legitima, aprovechando que le adeudas el regalo de su cumpleaños, y te quieran cobrar, el jueves de la misma semana, casi novecientos de la misma divisa alegando no se que mandanga tributaria. Si me pongo en su piel y veo que me quieren estafar de tan mala forma casi me dan ganas de liarme a tiros en plena tienda. ¡¡ Faltaría más!!.

viernes, 30 de enero de 2009

Contra la crisis, ingenio


Hace algún tiempo escuche una de esas, llamémosle, anécdotas sobre como sobrellevaban en los países nórdicos la enorme presión fiscal que soporta el ciudadano de a pie y que, aunque pueda constituir una “leyenda urbana” merece la pena traer a colación.

Se trata ni más ni menos, ni menos ni más, de lo siguiente: supongamos un profesional independiente, para el caso un odontólogo serviría, que esta pensando en reformar su vivienda y otro profesional, u otros que esta hazaña se puede perpetrar con connivencia, que precisan un tratamiento odontológico de esos caros, pongamos por caso una ortodoncia para uno de sus hijos. Si ya tenemos a los participantes y todos están en el “ajo” que diríamos en mi tierra, la cosa va por buen camino, ahora solo resta que uno de los dos, o ambos, propongan intercambiar sus servicios sin pago alguno y lo acepten. Ya tenemos el negocio hecho. Si, efectivamente, el trueque, el olvidado trueque de la Edad Media parece que va a volver y, además, con fuerza. De hecho ya hay quien ya lo pone en práctica a diario con los denominados “bancos de tiempo”.

Con la que esta cayendo, y no me refiero a la climatología sino a la crisis que nos envuelve, y a la que parece no queremos mirar a la cara hasta que nos arrolle como un ferrocarril de mercancías, lo mismo es la solución idónea para capear el temporal. En cualquier caso los aficionados al arte de Cuchares ya lo dicen muy claro “Que Dios reparta suerte”.

lunes, 19 de enero de 2009

La escalera

Hoy cierro los ojos y sigo viéndola tal y como la veía entonces, aunque mis ojos ya no son los de aquel niño. Casi a oscuras, con esa luz velada que parecía surgir del cielo mismo y que en los días de verano permitía ver el polvo en suspensión, una vez que franqueabas aquellas enormes puertas de madera, cuya llave, grande y antigua, de color mercurio, tintineaba en el bolsillo, al fondo del inmenso portal estaba el arranque de los alargados peldaños de la escalera que llevaba a las guardillas, a la casa de mi abuela. Una vez dentro del portal, y antes de comenzar la subida, era obligado mirar a la derecha, donde el ventanuco de la portería en ocasiones albergaba el rostro de la portera y con quien, casi de forma ritual, mi madre, que la conocía desde su infancia, se detenía a conversar. Cumplido el tramite te esperaban, en tramos que formaban una cuadricula prácticamente perfecta, aquellos escalones de madera que crujían, quejándose, lamentándose por el esfuerzo de aupar hacia las alturas a quienes los hollaban.

Recuerdo muy bien el primer tramo, aquellos dos escalones iniciales que te invitaban a ir más arriba haciéndote fácil el ascenso y que eran, en realidad, el lugar donde se anclaba el final de una barandilla de barrotes de hierro pintados en negro sobre los que descansaba un pasamanos de madera al que a duras penas lograba asirme y que mi madre miraba con la nostalgia que da el haber bajado por él en numerosas ocasiones cuando niña. Si observabas en silencio, a cada peldaño se le podía oír contar una historia, su propia e individual historia, y que se percibía en la concavidad que el desgaste de años le hacia igual y a la vez diferente de todos sus hermanos, socavadas las vetas de madera que constituían su transitada alma.

El edificio, ubicado en el centro de Madrid, casi esquina con la otrora llamada plaza del Progreso y hoy conocida como Tirso de Molina, era antiguo, muy antiguo, casi tanto como la propia ciudad que lo acogía, y las paredes, a tono con el mismo, no desmerecían el conjunto. Las tengo en mi memoria en tonos beiges hasta media altura aportando su porción de oscuridad al espacio y blancas hasta el lejano techo. Todo en la niñez parece enorme, gigante en ocasiones y los aquellos escalones no eran una excepción, ya que jamás abarque con los brazos abiertos el espacio existente entre la pared y la barandilla que impedía precipitarse al vacío insondable que la escalera albergaba en su interior y cuya altura, casi de cuatro pisos, provocaba vértigo. El mismo vértigo que, inapreciablemente, te impelía a subir apartado de la baranda, ganando el centro y desgastando más aún, si ello era posible, los combados peldaños hasta deformarlos.

Aquella escalera ….

Es breve, pero quiero pensar que hubiese satisfecho a aquel profesor de literatura, cuyo nombre no consigo recordar, que nada más comenzar el 2º curso del antiguo Bachillerato Unificado Polivalente que yo hice, nos encargó, sin anestesia de ninguna clase, una redacción sobre una escalera, sin más aclaración. Lo hacia cada comienzo de curso y comprobaba, así a las bravas, nuestra capacidad descriptiva, nuestra imaginación, nuestro nivel de redacción y nuestra ortografía, además de nuestra habilidad para afrontar, con pocos datos, una tarea nueva que nos era encomendada, habilidad esta última demostradamente útil en la vida. ¡Vaya si lo comprobaba! Si alguno de sus antiguos alumnos, mi propio hermano fue uno de ellos, lee esto sabrá a quien me refiero.

martes, 13 de enero de 2009

Mensaje va, mensaje viene.

Reina es el nombre de una adolescente californiana de 13 años que parece querer entrar en ese libro absurdo de los récords que, a lo que se ve, tiene mucho, pero que mucho más tirón que cualquier libracho de los que escribía Quevedo y de paso inventar una nueva forma de causar enfermedades coronarias a sus progenitores. Lo peligroso del asunto para todos los que tienen hijos en semejante edad, (Dios les pille en confesión) viene cuando su hazaña, que tan solo consiste en haber enviado la nada despreciable cantidad de 14.528 mensajes de móvil en un solo mes, es que el tema se ponga de moda y nuestros púberes rompan estas cifras a golpe de dedo. Yo no les provocaría ni les contaría esta noticia.

Desde luego la cara de sus señores padres cuando el angelito en cuestión les contó lo sucedido debió ser de las que no se olvidan y como tal lo tomaron como un error de la compañía de teléfonos, pero, que va, que va, su amada hijita con solo dos manitas era, así, a pecho descubierto que diríamos en estos parajes, la que había perpetrado el hecho fundamentalmente sola y sin compañía de otros. Y sin ningún tipo de arrepentimiento, ni ánimo de enmienda oiga. “Me aburría” fue su sólida y estoica defensa.

Si que argumentó en su descargo, con un reproche más que sibilino hacia sus padres, que sus amigos tenían tarifas planas para el envío de mensajes lo que era indudablemente más económico. Vamos que su inocencia al respecto era plena y que sus padres la impulsaban compulsivamente a cometer mensaje tras mensaje a tarifa elevada. Si estaba más claro que el agua; avisados estáis, ya que voy a seguir en mis trece buscaros la vida y que os salga más barato. Le faltó añadir que le importaba un rábano que su afición les fuese a costar a sus padres unos 1.500.- dólares usa que, aunque devaluados, siguen siendo un pico.

No se sabe si sus padres intentaron lo clásico. No, no me refiero a aplicarle “dos yoyas” sino a dialogar, que es lo políticamente correcto, algo al estilo de: Reina, mora le podríamos añadir, hija, porque no te dedicas a temas más intelectuales, estudia, lee, emplea el tiempo formándote, leches y déjate de enviar mensajes, que es una perdida de tiempo, dinero e ingenio. El caso es que no parece que hayan tenido éxito. Ahora bien lo que si tienen es una acertada y flamante tarifa plana para los mensajes de su vástago -. lo siento, el femenino no es posible-. Si ya se oye decir por ahí; si no puedes vencerles, únete a ellos.

lunes, 12 de enero de 2009

Con el frio que hace

¡Pobre Mujer! Con el frío que ha hecho estas navidades en Madrid y ella “con el culo” al aire. Así de rotundo y de literal Google, una vez más, la ha vuelto a liar. Alguien sorprendió a una mujer, ni mayor ni joven sino todo lo contrario, en pleno placer de la catarata mingitoria en una calle de Madrid, justo entre coche aparcado y coche aparcado y la hizo una foto con el “animus delinquendi” de “colgarla en la red” en el momento en que llegase a un ordenador con conexión a Internet. Dicho y hecho.

No hay que alarmarse por el particular, ni, y esto va por los mirones – me resisto a emplear el termino francés –, buscarla denodadamente por la red, la fotografía en cuestión, en realidad, estuvo expuesta unas 12 horas porque Google la retiró a cuenta de las quejas que provocó. Ahora la noticia esta ilustrada por la misma imagen pero un “agujero negro” aparece en el lugar donde estaba la persona fotografiada para evitar todo tipo de suspicacias. No obstante algún periódico en Internet aún la tiene dentro de su información.

Es de sobra sabido que hay necesidades, fisiológicas mayormente, que no resisten el paso del tiempo y la micción es una de ellas. En el caso de los varones el asunto no pinta excesivamente mal llegado el caso, y el alivio es relativamente sencillo y asequible en variopintos lugares incluidos los aseos, por supuesto. Las mujeres no obstante lo tienen bastante peor y a la vista, nunca mejor dicho, esta. Mientras que la exposición corporal al frió en los hombres es, por mucho que haya quien presuma de lo contrario, minima, en el caso de las mujeres, so pena de inundar la ropa interior, forzosamente ha de presentar mayor superficie a las inclemencias y las miradas indiscretas.

En los tiempos en los que la ropa interior era casi una desconocida y el acceso a la información ciencia ficción, esto no pasaba. Hombres y mujeres no temían que nadie les fotografiase a deshora saliendo de una vivienda que no era la suya, que les grabasen del brazo de quien no era su conyugue, ni que les captaran en actitud poco decorosa dando rienda suelta a necesidades fisiológicas varias. La ausencia de uso en una gran mayoría de casos de tales prendas se lo ponía más fácil a nuestros ancestros. Va a ser verdad que algo esta cambiando. Nunca me ha parecido que “el gran hermano” que todo lo ve - y más ahora con tanta cámara de seguridad atisbando por doquier - supusiese un peligro real o inventado. Lo mismo me lo voy a tener que replantear.

lunes, 5 de enero de 2009

Los Reyes Magos llegaron tarde.

Sus Majestades los Reyes Magos de Oriente no han llegado a tiempo en esta ocasión y un bebe de 1 mes ha sido encontrado muerto, esta misma mañana, en la playa del Huelin en Málaga. Para ella no ha habido regalos, ningún presente, ningún obsequio, ni siquiera ha tenido el honor de que sus padres, por llamarles algo, hayan tenido el valor de asumir que la niña ha fallecido y ellos son los responsables de su vida y dar la cara por ello. Es más rápido, más expeditivo y, por supuesto, mucho más cobarde abandonar su pequeño cuerpo sin vida y continuar como si tal cosa.

Hay personas que nacen con estrella y otros que nacen estrellados. Mi madre desde muy niño me lo repetía. Con el tiempo fui comprendiendo el fondo, estremecedor, del mensaje aunque siempre me negaba a ello y llegada la edad adulta, ese tiempo en el que la inocencia y, a veces, la esperanza, han partido hace mucho aún me sorprende la verdad que esconde el dicho de mi madre.

La pequeña que han encontrado de la que se desconoce todo, salvo el hecho cierto de su muerte, pertenece inequívocamente al segundo grupo. Más allá del hecho de encontrar la muerte, todos la encontraremos algún día, a muy poco de haber llegado a este mundo, esta todo lo que, probablemente subyace en la tramoya de su corta vida. Nadie en su sano juicio y por mucho que la vida le venga atravesada, abandona un bebe recién fallecido o, incluso peor al borde de la muerte. Cuanto desamparo, cuanta miseria, cuanto dolor y cuanta cobardía se esconden tras esa muerte.

Hoy es el día de reyes y los niños esperan que los Magos de oriente les agasajen conforme a su comportamiento del año anterior y les traigan los mil y un regalos que han bullido en sus cabecitas y su imaginación. Para la niña encontrada esta mañana es desafortunadamente tarde, su pequeña cabecita no ha conocido tales presentes ni los conocerá nunca y, por desconocer, es casi seguro que ha desconocido hasta el cariño de los que la trajeron a este mundo.