jueves, 12 de noviembre de 2009

Los extremeños se tocan.

14.200 € tienen la culpa. Ni más ni menos, ni menos ni más. Esa es la cantidad que ha invertido la Junta de Extremadura en una serie de talleres para enseñar a los jóvenes a conocer su cuerpo y a proporcionarse placer, además de derribar algunos mitos. O eso argumentan desde la Junta. Es curioso, esto, cuando yo era niño, tenia un nombre mucho más castizo y contundente, hacerse, e incluso matarse a, pajas, y por cierto, nadie te enseñaba el noble arte de la mandolina.

Manuela, manola, gayola, paja, chicuelina, onanismo, masturbación y un largo etcétera. Mira que existen nombres para designar esta actividad manual, vieja como el mismo mundo, y técnicas para un buen desarrollo de la misma. Y mira que hemos sido brutos todos los chavales de mi generación, de las anteriores y de las que median hasta la generación actual que va a ser la beneficiaria de esta serie de talleres. Y digo brutos porque sin enseñanza que valga, todos, y quien este libre de pecado que tire la primera piedra, hemos contribuido con nuestra pequeña, o gran, todo depende de cada cual, aportación a semejante vicio patrio. Sin enseñanza de ningún tipo y sin red como quien dice. A tumba abierta al vicio solitario.

Lo sorprendente de verdad no es que existan estos talleres para contravenir lo enseñado en los colegios del clero, ya saben, aquello de “no hagas eso que te vas a quedar ciego”. Lo que de verdad le deja a uno de piedra es que el dinero publico se invierta en semejante esperpento. ¡Bravo!, no obstante para “el manitas” que ha vendido la idea. ¡Es un fuera de serie!

Ahora lo capto. El mensaje, y los talleres, van dirigidos a meter en un aula, aunque sea por la fuerza, a los alumnos díscolos y reticentes. Ese es realmente el fin último. Solo queda por averiguar quien o quienes van a ser los que impartirán las clases. Yo, personalmente, recomendaría que lo hiciesen profesionales del sector. Siempre es garantía de un trabajo bien hecho.

Aunque bien pensado lo mismo es una forma, quizás un tanto peculiar, de reivindicar la figura del Bíblico Onán, ¡¡ese gran desconocido!! Lo que si a va resultar es que, como dije en el enunciado, los extremeños se tocan. ¡Y es verdad!

No hay comentarios: