lunes, 4 de enero de 2010

¿Papa Noel o los Reyes Magos?

El comentario, hoy 4 de enero, viene al pelo.

Que poco me gusta “Papa Noel”. No es que “a priori” tenga nada en contra de este personaje gordito y, presuntamente, de buen corazón, pero me echa para atrás que en tiempos pretéritos se vendiese al capital cambiando su indumentaria del verde al rojo sin pasar por el amarillo, gracias a la intervención del equipo de marketing y publicidad de una conocida bebida refrescante de cola. No voy a dar más pistas.

Hombre, no. Eso no se hace. Estoy de acuerdo en que el rojo probablemente sea un color más atractivo y que, inserto en mentes perversas provoque connotaciones subidas de tono, pero no es de recibo que los niños de la época en la que tuvo lugar la metamorfosis vieran como su héroe viraba al rojo así por que si. También pesa lo suyo que mi infancia estuviese por entero vinculada a la figura de los Reyes Magos. Si, lo reconozco, era hacerte un poco la puñeta que justo al día siguiente tuvieses que volver al colegio y no pudieses jugar a tu antojo con lo obsequiado por los Magos de Oriente pero así son las cosas. Si las vacaciones son buenas, seguramente es porque se acaban.

Lo que no deberíamos olvidar es que tanto predicamento, al menos en nuestro entorno social y cultural, de la figura de Papa Noel obedece a un principio comercial claro cual es el de vender, vender, vender y cuanto más mejor. A ver si no es cierto que en la intención de los grandes almacenes no esta el que se compren juguetes y regalos por Papa Noel y también por Los Reyes Magos. Que una cosa es la tradición, incluso la religiosa, y otra la vida real. Y así les va. En este momento, comercios que venden juguetes andan entre el 25 y el 40 % e incluso una muy conocida cadena de los USA, especializada en juguetes, anuncia descuentos del 50 %. Lo dice el refrán, la avaricia, con ayuda de la crisis, rompe el saco. Lo porte quien lo porte.

Con todo, lo que no tengo muy claro es que voy a contarles a mis vástagos. Podría valer que Papa Noel trabaja para sus majestades de Oriente adelantándoles trabajo, mentira podrida, si no se pueden ni ver. O también que, en nuestro entorno y tradición, es un advenedizo impuesto por los vendedores, aquí voy mejor, pero lo mismo no lo entienden. En fin, ya improvisaré.

2 comentarios:

Vicente dijo...

Nos, atletico avergonzado en estas últimas fechas, dudo en decantarme entre tradición y modernidad, esto es, reyes-santa. Manifiesto mi desconfianza porque, de acuerdo al texto bíblico, tratábase de magos. Cómo han ascendido estos a la realeza es un misterio insondable. Por otra parte, lo del señor barbudo llamarse "santa", me preocupa y me desconcierta desde siempre. Mi "santa" no acaba de aclararme el concepto. O sea que me voy a quedar en el aciago camino de la incerteza y desconfianza y, posibilista de tradición y convicción, haré míos los regalos vinieren de quien venieren, sin mirar su origen.

Roberto Fernández Puente dijo...

Hombre practico. Si señor.

Reciban vuestras mercedes saludos y besos mil desde el solar patrio nevado hasta arriba del todo.

Es normal que vuestra "santa" no os aclare el "conceto". Ahi radica parte del misterio.

Lo dicho muchos besos.