martes, 22 de diciembre de 2009

Operación recaudación

Todos Uds., son testigos, más o menos a diario, de personas que, aunque hacemos por no verlas, y no me lo nieguen, están en la calle con una mano extendida solicitando una limosna. Algunos, los más sofisticados, diversifican su solicitud y le ponen nombre; Para comer, lo cual es entendible. Para dormir, lo que también es saludable. Para vino, ejem, ejem, para porros, para putas… y así un largo etcétera orlado de cestillos, en el mejor de los casos, o de un simple cartón, extensión del cartel donde figura el capitulo por el que se pretende la dadiva. Es indudable que aunque, novedosa, eminentemente practica y con estructura cuasi empresarial, se queda a años luz de la que ahora mismito les relato.

Nuevos tiempos viejos métodos o algo así es lo que ha debido pensar el anterior Sr. Alcalde de Santa Coloma de Gramanet en Barcelona, Bartomeu Muñoz, a favor de quien en un alarde de ingenio se ha abierto una colecta para recaudar lo que el estado, si, ese estado opresor español le pretende sacar de sus bolsillos, a manos de esa institución abyecta que es la judicial, para pagar decía, los 500.000.- € que le han sido impuestos como fianza por la causa que tienen abierta contra él dentro de la operación pretoria. Ya saben, blanqueo de capital y esas zarandajas que tan de moda parecen estar entre algunos políticos.

Ingeniosa y efectiva es, desde luego, la propuesta ya que, por el momento, ha recaudado, según La Vanguardia, unos 270.000.- € (si lo han leído bien, son doscientos setenta mil eurazos del ala los recaudados) y va a más, eso es seguro. La cuenta corriente en donde efectuar los ingresos se ha abierto, según dicen, ya que les llamaba mucha gente pidiendo información sobre como podían ayudar al Sr. Muñoz.

Es lo bueno que tiene que con aportaciones muy pequeñas, entre 100 y 500 € (si, también lo han leído bien) se puede ayudar a su edil en tan difícil trance. Un grano no es dinero, pero ayuda al compañero y granito a granito ya se sabe que se hace un montoncito. De cualquier forma es notoriamente doloroso que este hombre pase por este trance tan amargo que es el de pedir limosna o verse favorecido por ella, pero ya lo decía el gitano “es muy triste pedir, pero más triste es robar”.

Lo malo del tema es que le puede ocurrir como en cierta ocasión aconteció en el cuartel de Colmenar Viejo en Madrid donde hice el periodo de instrucción cuando, tiempo ha, cumplí con el servicio militar. Que se le va a hacer uno ya tiene sus años. En aquella ocasión, enterado el Capitán de la compañía de una colecta que se estaba haciendo para que un compañero originario de Canarias pudiese reunirse con la familia tras la jura de bandera, y aplicando no se que reglamento militar, obligo a que el dinero recaudado se repartiese entre aquellos que estuviesen en análoga situación, que era alguno más del que, inicialmente, se pretendía y, finalmente la colecta dio para poco, para muy poco.

Mira que si alguien en el estamento judicial revisa estos antecedentes y obligan a los promotores de la colecta a que se reparta lo obtenido entre el resto de encausados, ni para pipas Facundo va a dar. Créanme que lo siento.

Por cierto, de los pobres de pedir, de esos que citaba en el encabezamiento, ni acordarse.

lunes, 7 de diciembre de 2009

Gays and Lesbians of Zimbabwe

Estupefacto me he quedado u ”ojiplatico” que dirían los modernos. Mira que en estos tiempos que corren hay “cienes y cienes” de noticias impactantes pero esta se supera.

Desafortunadamente no cuenta con su publicación ni en la prensa del colorín, ni el la prensa diaria. Ningún diario de prestigio se ha hecho eco de semejante noticia. Les entiendo, por una parte, seguro que no es políticamente correcto amplificar otra más de las andanzas del gobierno, y por otra es muchísimo menos políticamente correcto dado el tema del que se trata.

Les cuento. Uno, por su profesión, tiene que digerir el Boletín oficial del estado del que, afortunadamente, suelo, tan solo, leer los titulares. Pues bien, en el B.O.E. número 195 del presente año, dentro del apartado otras disposiciones, y directamente perpretada por el Ministerio de Asuntos Exteriores que esta a cargo del Sr. Moratinos aparece la relación de entidades, entiendo que sin animo de lucro, que han obtenido una ayuda o subvención del citado organismo durante el año 2009 por su actividad, y esto es literal, de “divulgación, promoción y defensa de los derechos humanos” para a continuación relacionar una por una las entidades, el importe de la ayuda y el destino que se le va a dar.

Así, en su pagina número 68857, tercera de la disposición en cuestión se menciona, bajo el epígrafe “Beneficiarios” a “Gays and Lesbians of Zimbabwe” a los que les corresponde una ayuda, tan, ta, ta, chan, de 28.810.- € para “Resource centre Project”.

Como no me tengo por Homófono ni nada que se le parezca voy solo a realizar una reflexión y Uds., háganla también. No me parece mal que se conceda la ayuda mencionada, como otras muchas, pero ¿Seguro que pensaría igual si en lugar de tener estudios universitarios y trabajo fuese agricultor, camionero, albañil, minero, o cualquier otra profesión u ofició para el que no se precise titulación y llevase en paro más de un año sin poder llevar el jornal a casa?

Creo que tengo la respuesta, ¿y Uds.?

Otro si digo, para que se constate la veracidad de lo antecedente, aquí pongo el link a la página en cuestión.

jueves, 3 de diciembre de 2009

Yo quiero ser Morisco

Hay noticias que pasan muy de puntillas por el mundo periodístico. Es lógico si, empleando la, rentable, lógica de los medios cavilamos que para que nos vamos a distraer con filetes y noticias poco agraciadas si tenemos solomillos en forma de bombazos políticos mediáticos. Ésta que ahora comento pertenece al género y como se trata de una noticia serie B no ha generado mucho ruido pero el asunto no deja de tener su enjundia y consiste en que el Gobierno ha parido, nunca mejor dicho, una iniciativa para que se recompense a los descendientes de los moriscos por la expulsión de que fueron objeto en el año 1609 de nuestro señor. En suma, es la, hasta ahora, última memez salida de la fabrica Moncloa.

Si, lo han leído bien, no estoy desbarrando por ausencia o exceso de medicación, ni pruebo el alcohol, sustancias estupefacientes, alucinógenas o similares y tampoco le doy al éxtasis, lo juro hasta por “Snoopy”. Se trata, en esencia, de reparar el agravio que reinando Felipe III se cometió con este grupo social mediante “pastuqui” que se destinará a sus descendientes.

Sinceramente no lo veo fácil, además de tener que lidiar con toda la caterva de “fachas” que, de seguro, se van a oponer al asunto (e inclúyanse en el término todos aquellos que se opongan a la iniciativa, da igual su tendencia, ya saben el conocido “o conmigo o contra mí”). Además de esto decía, esta la nada desdeñable tarea de identificar a quienes argumenten ser descendientes directos de los expulsados. Aunque pensándolo mejor ésta, posiblemente, es la parte más fácil del asunto, solo consiste en tenerlos identificados ya. ¡Como no había caído antes!

Estoy convencido de que las tropas encargadas de sacar físicamente a aquellos españoles del territorio nacional, como, por otra parte, me ocurre a mí y a bastantes personas más, no estaban de acuerdo con lo que se les ordenó. No creo que expulsar a nadie de su casa sea el sistema más correcto para solventar nada, pero, lamentablemente ocurrió hace 400 años y me da en la nariz que, a estas alturas, no tiene remedio.

La oposición argumentó, y a eso iba, que también se podía pensar en recompensar, en la misma medida y más fácilmente puesto que se conoce a sus continuadores, a la Compañía de Jesus por habérseles expulsado del solar patrio. Tan loable proposición y juro no pertenecer a la cita empresa por estado civil y otras variopinteces, no prosperó puesto que una cosa es favorecer al eventual descendiente morisco y otra beneficiar a la Iglesia. ¡Hasta donde podemos llegar! Humildemente también añadiría que descendiendo un par de siglos más habría que indemnizar a los Sefardíes o sus actuales descendientes. A fin de cuentas también unos monarcas que yo estudiaba cuando niño los mandaron lejos, muy lejos.

Yo por mi parte y dado que mi apéndice nasal, sin llegar al mismo nivel que el comentado en su día por el insigne Quevedo, es notoriamente prominente y con cierto cariz arábigo voy a convocar al consejo familiar, empezando por mi hermano, y a investigar en mis ancestros por ver si encuentro algún antepasado morisco y, de puro rebote, me puedo ver beneficiado. A ello voy.